¿Hay alguien ahí?

Todos conocemos por lo menos un mito urbano acerca de la tabla Ouija. ¿Es cierto que este juego abre las puerta del más allá?

La pusimos sobre la mesa y prendimos unas velas. Éramos tres en total. Dos jugaríamos y el otro tomaría apuntes para leer el mensaje final.

“Pilas, ahora todos tienen que concentrarse. Toca dejar pasar un rato y luego ponemos una mano sobre el trípode para comenzar a preguntar”, dijo Diana, la encargada de dirigir la sesión y la más experimentada en el tema.

Prohibido en Chile

La apariencia inocente del tablero y la porfiada duda sobre su real poder hacen que mucha gente se adentre a contactarse con muertos a través de esta trampa. Expertos aseguran que realmente no es a muertos a quien se llama.

SANTIAGO, julio.- Cuando Irene hizo su incursión en la Ouija, junto a sus primos, nunca pensó que todo terminaría en tragedia. Su escalofriante relato en el sitio Otras Fronteras, detalla cómo, experimentando en una casa que tenía posesiones manifiestas, hicieron junto a otros amigos el llamado al muerto que andaba suelto.

La Ouija no es un juego! (o sí)

Pues sí lo es. Es un juego como Monopoly o Trivial Pursuit. De hecho, actualmente lo fabrica la misma casa dueña de los dos anteriores: la Parker Bros.
La ouija fue creada por E.C. Reicher a partir de una idea previa de M. Planchette. Reicher vendió su invento a un amigo llamado Charles Kennard, quien creó una empresa (Kennard Novelty Company) para la fabricación de este tablero y comenzó a vender los primeros ejemplares en 1890. Reicher inventó asimismo el nombre “ouija”, dando la explicación de que era una palabra egipcia que significa “buena suerte”. Lo cual no es cierto, pero probablemente este nombre exótico ayudó a que el juguetito (pues como tal se comercializaba) batiese records de ventas.